viernes, 2 de diciembre de 2016

Maleficae. Poemas de Ana Bochm







BLASFEMIA

Sólo se me ocurre maldecirlos,
así, feroz,
así como su disfrazada ternura reflejó
y no tuvo piedad.
Si esto no es contigo,
confieso que a veces dudo si son reales,
porque están ahí en la fina línea
donde el olvido y el recuerdo bailan
y se escupen,
insolentes fieras se descubren el órgano
¡y yo lo sé!
Siguen jugando a la condescendencia,
volcando gente,
vaciándolo todo,
implosionando pechos y desvistiendo rostros.
Aún llueve en mi pulso de sólo pensar
en esas burbujas de jabón,
que te traen a ti cargando como un saco,
esclavo de ellos y sus encantos;
¡malditos amantes de luces y sombras!
Rozándolo todo,
humedeciéndolo todo,
pateando al deseo con certero fracaso.
¡Malditos! les grita esta lengua
sedienta de sus sales...
parpadeen, bestias sutiles,
genuinas,
ahí donde no pretenden ser
y sólo son tus ojos.





LUNARES

Bajo aquel tule de sombras entreabiertas,
la pulsión de sus lunares entibiándolo.
Esa piel que paría lunas nuevas,
pigmentadas de roces mudos y jadeantes;
tintes de arrojo vinum
escurrían ante la hipnosis de la flauta;
bajo sombras
tejía sentimientos de contento,
que casi prefiere no soltarlos al viento.




LA VELA

Sus desnudos tiritan entre humo y abismo,
almas raptan desplegando espejismos de flama,
de esa vela cónica que hipnotiza su entrepierna,
que vence la lengua;
la cera nonata lubrica la sien:
ya oscilaba vacilante antes de resplandecer
mucho más que las noches y el sol;
hecha de cometa,
sin destino o ventura,
lo sabía bien,
cuando al querer hablar gemía;
y cuando ya tenía el reflejo de todos los reflejos,
esa flama moría naciendo...
se prendería con lágrimas y besos,
y perdida flotaría en el mar.





LA GRIETA
En esa grieta los vertimos,
acasos que aquietan todas las pasionarias de mi lecho,
mecen suspiros suspendidos,
los que dejo en tu falo
y en las raíces de tus prisas,
los que salpicas en las alas de mis besos,
simplemente tiernos acasos,
dulces calvarios de noches inmemoriales;
Ahí,
donde todo el pecho pesa como terciopelo
cuando sucumbe.





TE AMO
Sudo vinagre los días fríos,
bato chocolate
soñando en fetiches que cuelguen de algo mío;
coloco miles de clavos en el muro,
para empujarte con mi pecho por si me mientes.
Beso tu falo con media boca
por si te vas.






SIN MORTEM

Desdibujarían caricias de los cielos granate,
las mecerían entre piedras con ternura:
sepultarían varias estrellas con ellas,
y algunos lunares.
Amarían,
mientras la lluvia tinta ahí en los charcos,
desde la carnación saborearían cerezas de ceniza,
intramuros de tímidos pezones germinarían compasivos,
con tulipanes y granadas en los pies,
ilusos se hincharían de la penetración
derrumbando relojes
sobre las ilusiones que albergan en la piel que aletea;
ya que los ojos son mordidas de polvo
y rechinan en febriles esquivos...
¡Ya que ni ahora ni nunca!
Amarían, sí,
si pudieran,
las raíces que hieden bajo sus besos de lodo;
destilarían los suspiros que maniatan,
y sobre todo,
amarían al destino mismo de la caricia
que suele ser desdibujada.






TENTATIVA
Se separan los labios y se aprietan las piernas;
porque aquí,
lesionada intención,
vuelves a morderte los dientes,
pulsión de tu ausencia y silencio
sobre la música y la piel
mordisqueo a puchero:
sueño difuso que sólo dejó sensación sin recuerdo.
Confabula mundo
y dame un poco de lo que me toca,
dámelo en forma de caos e inercia,
embarga mi ceniza de la fe que no tengo.
Podaré todos mis pensamientos
después de lo que el viento se llevó,
permaneceré sobre tu sugestión
y tu subestimar el vacío, la nada...
No finjas,
no temas...
Mantenme en la sala de espera del olvido.
Porque aquí,
los suspiros se masturban con el capricho
y se duermen de nuevo para buscarte en sueños
donde los cuervos son mariposas en los espejos...
tentativamente.















viernes, 25 de noviembre de 2016

Literatura y lucha libre. Textos de Omar Murillo





Omar Murillo (La Paz, B.C.S., 1978)

Escritor y artista visual, ha expuesto en galerías de la ciudad de forma colectiva e individual, parte de su obra aparece en revistas de circulacion estatal como: cascabel, la palabra, radical inc., tiene un poemario publicado: La ciudad y otros gatos (Cuadernos de la serpiente), actualmente dirige la revista independiente Perros.










EL CICLÓN NEGRO

Recuerdo cuando esperábamos que bajaran del ring, todos los chamacos del pueblo estábamos ahí, algunos descalzos, otros en huaraches y algunos, los mas pocos con zapatos.

Bajaban los luchadores y queríamos abrazarlos, que nos dieran un saludo, sus máscaras, lo que sea, el caso era estar cerca de nuestros ídolos. Después el regreso a casa.

Nunca olvidaré cuando al Arcángel de Oro, le destrozó la máscara el Ciclón Negro, lloré de coraje; todavía el Ciclón lo faulea y pierde la lucha el Arcángel, todo el público estaba furioso, lanzando cualquier objeto tratando de hacerle daño al Ciclón. Cuando bajó del ring iba bañado de refresco, cerveza y otros líquidos que no quiero recordar por el desagradable olor. La gente del pueblo no lo dejaba ir, lo empujaban, insultaban, yo me hice paso entre la multitud y le clavé un vidrio de una botella en el antebrazo derecho.

Esa noche mi padre llegó con mucha comida, con un vestido para mi madre y otro para mi hermanita que se encontraba dormida y unos zapatos para mí. Mi madre lloraba conmovida. Esa noche conocí la abundancia.

Nunca había visto tan grande a mi padre, lo abracé y no quise mirarle el antebrazo vendado. Lloré y le pedí perdón, un perdón que nunca comprendió.








SANX

Eras real
de carne y convertible plateado
Tenías un Demonio externo
la de a caballo
mujeres vampiro
Pero, llegó el día
en que el cielo
derramó lágrimas de plata
sobre un pueblo
ya sin máscara.









GENIECILLO AZUL

Desde la quebrada
no paró tu vuelo hasta llegar a Perú setenta y siete

Tu clavado penetra el pecho
de tu adversario
revolviendo aguas
en azul y plata
de llaves y vuelos hondos desde la tercera

-aún recuerdo cuando
a punto estuve de perder
tu máscara contra la almohada
a la que vencí con la “de a caballo”-

Tu nombre se grabó en mi infancia
para encenderse en estas líneas
de butacas repletas de recuerdos
que lanzan monedas
al centro del ring
llamado
memoria










EL HIJO DEL CHARRO ENMASCARADO

Un recuerdo inolvidable de mi niñez, fue cuando vi a mi padre quitarse la máscara, él no era luchador, era zapatero pero, yo tenía cuatro años.

A mi padre los buscaban boxeadores para que les remendará sus guantes o zapatillas y fue gracias a ellos, que se acercaron los luchadores para que les confeccionará sus máscaras. Era el único zapatero del pueblo y el único que fabricaba máscaras en la región.

De todos los luchadores que íbamos a ver en la Arena de los hermanos Huerta, el Charro Enmascarado era mi favorito, por las llaves y sus topes suicidas. Era mi ídolo y también el de mi padre, tal vez por eso, cuando terminó de hacerle su máscara sintió el impulso de ponérsela y posar frente al espejo; yo tenía cuatro años y vi al Charro quitarse la tapa y descubrir el rostro de mi padre que giró suavemente para sonreír y lanzarme un guiño. 

Por algún tiempo pensé que  mi padre era el Charro Enmascarado aun cuando me tenía de la mano en la Arena y el Charro lanzándose desde la tercera cuerda. Lo contemplaba y él me hacía seña que la acción estaba en el cuadrilátero. Después su sonrisa acompañada de ese gesto que me llenaba de alegría y seguridad.

Murió cuando yo tenía nueve años, todos los luchadores y boxeadores, junto con sus clientes habituales fueron a casa a ofrecerle el pésame a mi madre, que siguió con el negocio aunque ya sin hacer máscaras ni remendar guanteletas.

Desde entonces voy a la Arena, sólo para ver al Charro, porque me aferro a la idea de que es mi papá tras la máscara, ya nadie se acuerda del zapatero, sólo yo que lo veo cada jueves subir al ring.

Pero, hoy ha perdido la lucha más importante y tendrá que despojarse de su máscara. Una inmensa tristeza me lleva a un llanto profundo; el que más duele, por qué al perder su máscara, también perderé a mi padre para siempre.









TERCERA CAÍDA

Samantha abría una maleta. En la silla del comedor, Rodolfo se tocaba el hombro izquierdo con la mano derecha, se miraba el codo haciendo círculos en el aire.
-esta vez no voy a perder-.
Dijo a Samantha que de espalda, al parecer asentía. Su mirada se clavaba en las prendas que iba depositando en el interior de la maleta. Mientras él le decía que también echara una capa.

Cuando eran novios; Rodolfo era la joven promesa y retó al Perro Dorado en una lucha de apuesta, perdió y ya no pudo levantar su corta carrera pues, Turano como se hacía llamar, era un personaje que había nacido con máscara y tenía que morir sin ella.

Se tomaba el otro hombro con la otra mano y repetía el movimiento.
-Esta vez no voy a perder-, reiteraba a Samantha que iba y venía de un cuarto a otro, sin cruzar miradas, llenando la maleta.

Después de una largo tiempo regresó con otro nombre y otra máscara, pero, también la perdió en un cuadrangular y tuvieron que irse de la capital e iniciar otra vida y una nueva carrera en provincia.

Ahora lo habían retado a él y aceptó, ¡esta vez no voy a perder, te lo juro! ella sólo agacho la cabeza y lo abrazaba sin fuerza.

Rodolfo se golpeaba la palma con el puño alternadamente, aunque cada vez con menos determinación.

-voy a perder, ¿verdad?-, inconcientemente lo confesó, esperando que se sentará junto a él y le acariciara el pelo pero, Samantha cruzaba la sala con la maleta en la mano y sin reparar en las palabras, giro el picaporte.
Y dos sollozos quedaron separados por una puerta que se cerraba.







¿QIUÉN GANÓ?

Después de una lucha bastante reñida, Aníbal vence al Cobarde en una combate por el  campeonato mundial medio, el público extasiado por el derroche de ténica, habilidad y coraje mostrado a lo largo de la pelea, sube al ring para abrazar a los dos gladiadores que alzan sus palmas en señal de agradecimiento, los encumbran en sus hombros, cada uno con sus respectivos seguidores que los ovacionan y los bajan del ring; dando la vuelta olímpica al cuadrilátero son llevados hasta sus vestidores, los aficionados que siguen en sus butacas,  aplauden y aclaman a los dos ídolos. Un niño perplejo por el espectáculo, le pregunta a su padre, quién había ganado, él, brotándole las lágrimas contesta; nosotros hijo, nosotros y lo sube a sus hombros, tomándole las manos en actitud de triunfo. Sigue la ovación y el niño se confunde más.





sábado, 19 de noviembre de 2016

SILENCIA. TRES LIBROS DE BALAM RODRIGO


SOBRE EL AUTOR
BALAM RODRIGO
(Villa de Comaltitlán, Chiapas, México, 1974). Exfutbolista, biólogo por la UNAM y diplomado en teología pastoral. Autor de los libros de poesía: Hábito lunar (2005), Poemas de mar amaranto (2006), Libelo de varia necrología (2006 y 2008), Silencia (2007), Larva agonía (2008), Icarías (2008 y 2010), Bitácora del árbol nómada (2011), Cuatro murmullos y un relincho en los llanos del silencio (2012), Logomaquia (Puerto Rico, 2012), Braille para sordos (2013), Libro de sal (2013), El órgano inextirpable del sueño (antología poética 2005-2015) (Guatemala, 2015), El corazón es una jaula de relámpagos (antología poética 2005-2015) (España, 2015), Desmemoria del rey sonámbulo (2015), Iceberg negro (2015), Bardo. Pequeña antología (Chile, 2016), Silbar de mirlos para la hermusa (en prensa) y Sobras reunidas. Antología de poesías & pensamientos inútiles (Los Bastardos de La Uva, en prensa). Coautor de Una raya más. Ensayos sobre Eduardo Lizalde (2010) y coordinador de las antologías de poesía Trece poetas de Chiapas: 1970-1986 (UNAM, 2008) y Cofre de cedro. 40 poetas de Chiapas. 1960-1986 (Círculo Editorial Azteca, 2011). Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, portugués, zapoteco, polaco y francés, y aparecen en antologías, revistas y diarios de México, así como en publicaciones de República Dominicana, Brasil, Colombia, Argentina, Chile, España, Puerto Rico, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Portugal, Alemania, Polonia y Francia. Su obra está incluida en: Antología de poesía contemporánea México-Colombia (Colombia, 2011), Nove poetas mexicanos dos años setenta (Brasil, 2011), Vientos del siglo. Poetas mexicanos 1950-1982 (UNAM, 2012), Lumbre en el almaje. Muestra de poesía mexicana (1970-1985) (Guatemala, 2012), Antologia de poemas mexicanos (Portugal, 2013), Poetas mexicanos del nuevo milenio (Colombia, 2013), Antología general de la poesía mexicana (Océano, 2014), Espejo de doble filo. Antología binacional de poesía sobre la violencia Colombia-México (Ediciones Atrasalante, 2014) y Un poema en que no mueras nunca. 64 poetas latinoamericanos nacidos entre 1970 y 1990 (Colombia, 2014). En cuatro ocasiones ha recibido las becas otorgadas por el CONACULTA a nivel estatal y nacional: del Coneculta-Chiapas en las categorías Jóvenes Creadores en 2005 y 2007; Creadores con Trayectoria en 2009; y Jóvenes Creadores del FONCA en 2009-2010. Su obra ha merecido una cuarentena de reconocimientos de carácter internacional, nacional, regional y estatal, entre otros, el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2012 y el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2014. Sus libros Libelo de varia necrología y Bitácora del árbol nómada fueron elegidos por el diario Reforma entre los 10 mejores libros de poesía publicados en México en 2009 y 2011 respectivamente, mientras que Braille para sordos fue seleccionado por el diario El Norte como uno de los mejores libros de poesía de 2013 y fue finalista del I Premio Internacional de Poesía Medardo Ángel Silva 2014 (para obra publicada) convocado en Guayaquil, Ecuador. Miembro del Sistema Nacional Creadores de Arte del CONACULTA en la disciplina de Letras.






















viernes, 18 de noviembre de 2016

El desierto y el mar. Poemas de Carlos Padilla Ramos.


Carlos padilla Ramos. Villa Juárez, Sonora México. 16 de octubre de 1959.

Arribamos a la ciudad de la Paz el 25 de marzo de 1980, con las alforjas repletas de sueños por poder acceder a los espacios de la educación. La ciudad de la paz de esos años, como una madre tierna, nos abrazó con sublimes caricias maternales y nos acogió en su seno. En septiembre del 1980, iniciamos nuestra capacitación en la Escuela Federal por cooperación Mtro. Marcelo Rubio Ruíz, periodo que quedó concluido en el año del 1983. Posteriormente ingresamos al Instituto Tecnológico de La Paz, donde recibimos nuestro título como ingeniero civil, en la generación 1983- 1987. Adquiriendo nuestra titulación automática (por escolaridad) al obtener el 90% de promedio general. De aquí, nos hemos dedicado en la mayoría de mi vida profesional, a la disciplina de la construcción. Y en algunos espacios, combinados; a la docencia, en la impartición de las materias de Matemáticas y Física, en el nivel bachillerato. En relación a las letras; me recuerdo concursando desde los años primeros de estudio en primaria y secundaria, en eventos de declamación, oratoria y teatro, donde logramos obtener algunas premiaciones. Mis últimas participaciones, como estudiante, en las disciplinas mencionadas fueron precisamente en los estudios de bachillerato, don participamos en la puesta en escena de algunas obras de teatro. Hoy y de manera meramente accidental, nos encontramos inmersos en el medio de las letras, escribiendo; primero algo de narrativa, a través de una serie de anécdotas de mi vida y mi profesión, luego, en un intento por lograr mayor alcance en este género, escribimos algo de ficción. Ahora; tenemos la oportunidad de conocer el Taller en la UABCS, que atinadamente lidera el amigo Raúl Cota Álvarez, donde nos encontramos ingresando al maravilloso mundo de la poesía.




Equivocado el mar, suelta una golondrina
Como solté yo sin meditarlo,
este loco amor por tí
y sufrí con ello,
tal como un padre cuando pierde a su hijo.
Y crujieron con violencia los cerrojos del alma
al reconocerse equivocado el sentimiento.


Si la llave del llanto te delata
¡Suéltalo y se libre!
no vivas con él para que te aprisione.
¡Enfréntale tus fuerzas!
para que fluya con la libertad de las gaviotas, con la libertad misma del aire.
Y cuando al final lo sientas tuyo,
¡vuelve a soltarlo!
porque solo así,
es que al final será tuyo, para siempre.




La poesía
Inacabable fuente, desde donde borbotan sueños y llegas como inagotable
manantial de ideas.
Te aproximas lenta y quieta,
muda, escandalosa y seria.
Con alegoría estrepitosa de carnaval,
de mascarada irreal.
Como una vida misteriosa,
envuelta en prosa poética.
Como verso hecho de risas y llantos,
de ruidos y silencios.




Miedo
Eres vago e intangible
y sin embargo...
Cuando llegas,
losas densas aprisionan el alma
con desaforado espanto.
Luchas tan etéreas, como infames,
invaden desgastándolo todo,
desperdiciándolo todo, en un mundo de mentiras.
¡Porque al final, eres solo eso! ¡Mentiras!
Y por mucho que te esfuerces por hacer presente nuevo rostro,
tus miles de rostros, no son más que máscaras de falsedad que calan
y se vuelven celos que abrazan,
que fluyen en torrentes
abrasando músculos que gritan tiritando por tu culpa.
No te temo,
sé que en círculos concéntricos regresas,
que en periodos sucesivos te presentas.
Ven a mí, regresa.
No maltratas ya más a mi alma.
Te conozco y, no te temo.




Tragedia
Broma macabra me encontré un día
al enterarme
que mi madre iba perdiendo sus recuerdo.
Sentí como los cristales de mi vida
se rompieron
y amenazando mi existencia
con sus aguzadas puntas
en mi contra se volvieron.
Y me propuse escribir mil notas,
pensando que con esto,
aquello resolvía
y que al leérselas la curaría.
Pero el golpe fue tan fuerte
en aquel maravilloso baúl de los recuerdos
que se quedaron esparcidos por el aire.
Ya no logré remediar
ni parchar al menos
la tragedia.
Sin embargo la alegría de mi madre,
cuando con sus glaucos ojos me acaricia,
hará que mi vano intento
haya valido la pena para siempre.





El desierto y el mar
Infinitos universos de ondeantes superficies
Horizontes inacabables
bajo una bóveda celeste
igual de interminable.
Mundos de carácter apacible
Reventando entre retos que se oscilan tremebundos
entre vida y muerte,
entre humedad y sequía
sin arroparse ni perderse nunca
en sus antagonismos.
Mudos mundos que se complementan con sus ruidos,
con sus vidas anteriores
y con sus muertes interiores
que en vaivenes perenes se transportan.
Mundos de lo infinito y lo pequeño
que al otorgar el sustento
alimentas fortaleza y temple
miedo y confianza
valor y talento.
Paraísos milenarios sin renuncia alguna
vitalidad que tiembla
ante el desgarrador llanto de la ballena
y gime ante el lastimero
aullido del coyote.
Viajando desde inimaginables espacios
que al intersecarse
llegan
tan solo para concluir el viaje en sus orillas
y confirmar su amor eterno
con un beso suavemente cálido
que se quedará por siempre
tatuado en sus mejillas.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Silencio. Poemas de Ángel Eduardo Sánchez Gil


Ángel Eduardo Sánchez Gil
 (México, D.F.,1954)

Estudió la carrera de Médico Cirujano en la UNAM, especialista en Cirugía General y con estudios en Angiología y Cirugía Vascular.
Residente en La Paz, Baja California Sur desde 1985.
Autor de artículos científicos de su especialidad. Actualmente retirado de la vida institucional habiendo dedicado más de treinta años al ejercicio profesional en IMSS e ISSSTE siendo colaborador en el Boletín de la Sociedad Médica del ISSSTE, (SOCMEDIS).
En el terreno de las letras, participante en diversos talleres de creación literaria, de novela y ahora en el Taller de la Serpiente en UABCS.
Primer lugar por cuatro años consecutivos de los juegos florales organizados por la comunidad del Colegio La Paz de esta ciudad.




Birula

Gazella
emoción tubular verde brillante
sueño palpable al inicio de algún año del siglo pasado
cómplice instructora
voz de campanas agudas
de círculos suaves y giros engranados
elegante hasta en tu sombra
floral en primavera
rehilete tricolor en septiembre.

Voladora del vértigo infantil
en las pendientes locas
promesa del viaje confiado
por el camino largo
en la compra cotidiana de la leche o las tortillas
gravedad en el descenso
pistones en las piernas cuesta arriba tus motores.

Inquietud lubricada en la línea de salida
para ganar o perder.
Experta en obstáculos
diversión creciente cuando de charcos se trata.

Propiedad compartida
taller de responsabilidad, constancia, equilibrio, alegría,
de cómo hacer amigos,
lección en cada caída.
Extensión del cuerpo niño para ir más allá
para llevar la carga, la que pesa y la que abraza
montado entre cadena y  freno.

No creciste conmigo
¿Qué fue de ti?
Invadida por la herrumbre
pálida
con tus giros atorados
tu pedal inmóvil
entre soles y lluvias
te perdiste,
te perdí.








Calma


Retrato marino de
aparejos vagos
árboles de acero
desnudos de velas
de ramas y nidos
que al viento reclaman
traza matinal.
Muelles que nacieron
en bosques lejanos
alinean las naves
balsas sosegadas
remos y motores
que aguardan al hombre
para navegar.
Antes que sorba café
quietud de banderas
ramas apacibles
todo ha sido calma
por los siglos de los siglos,
amén.





Chispas marinas


Qué noche la de hoy
la de ayer,
tibia transparencia
imagen de sueño
espejismo material.

Brillos azules en el cielo
estrellas y luna casi llena
entre las nubes.

Al frente,
luces brillantes
puerto agitado.

Debajo del agua…
¡Chispas marinas!
fosforescencia viva
de cuerpos excitados
¿Cómo dijiste?

Noctilucas.





Haiku Paceño


Ramas que silban
corto las más secas
huracán cerca.







Silencio


Lugar misterioso
hábitat de las palabras
negadas por el viento
nido de las mentiras y
guardián de la verdad.

Minuto solemne
dedicado a la memoria,
pausa de pentagrama
que paralizas acordes.

Mar
donde los gritos se ahogan
en la sala de espera
cuando algo no marcha bien.

Deseo
que en la soledad pensada
ardiendo sin culpa
beneficias reflexión.

Paradoja hablar de ti
te rasgas con la palabra
si la pronuncio por obvio,
si la escribo con el frote
de la pluma en el papel.

Reinas en el absoluto
donde las manos hablan,
los ojos escuchan,
y el cuerpo sin tonos
canta.







Un sonido ocre


En el olvido constante
del encierro sensorial,
merodeando en el vacío
busco el siete de la escala
y del espectro de luz.
Sabio, virtuoso
oculto en lo diminuto
ondulado, protegido
el color del decibel.
Lo encuentro en mí,
en el cosmos,
en un mantra,
en un himno de liturgia,
en divina consonancia
color ocre como la tinta
que estos versos escribió.








CASCABEL # 14

CASCABEL # 14
NUEVA EPOCA, MUESTRA DE LA LITERATURA QUE SE ESTA ARMANDO EN HERMOSILLO, TORREON, TIJUANA Y EN LA BAJA SUR.

POETICARTEL #4

POETICARTEL #4
ILUSTRACION DE JULIETA SANCHEZ HIDALGO, TEXTO DE FEDRA RODARTE HIRALES ---PROYECTO URBANO DE DIFUSION DE LAS LETRAS Y LA GRAFICA SUDCALIFORNIANNAS, EN COORDINACION CON EL ISC Y LA DIRECCION DE CULTURA MUNICPAL

"CIUDADES IMPOSIBLES" obra grafica de Omar Murillo

"CIUDADES IMPOSIBLES" obra grafica de Omar Murillo
--de la serie "ciudades imposibles"

--de la serie "ciudades imposibles"

de la serie "ciudades imposibles"