lunes, 10 de abril de 2017

Cascabel #32, reunión de escritores de Oaxaca





Odisea. Poesía y narrativa de Ana González Castro.


Ana Laura González Castro. Originaria de La Paz, BCS. Tiene 27 años. Estudió Biología Marina en la UABCS. Actualmente estudia un posgrado en ciencias marinas y participa en el taller de la serpiente.





Púrpura pansa                                                                                      


A veces cambio y me transformo en animales de cuerpo blando
sin huesos ni sesos
sin ojos ni brazos
Soy caracol errante
calamar gigante
todo y nada, lo ves
A veces cambio de casa para vivir en la misma roca
Sostengo y defiendo
¡pum! Disparos de tinta tóxica
fiel turbidez, la tinta no ha secado.
déjala flotar.





Despertar                                                                                          

Era día y el mar me veía
era martes y no sonreía
el corazón no cabía en la palma de mi mano
en la tinta de los dedos
en la uña del pulgar
en las células de piel
ni en el núcleo de mi ser.






Arrecife

Detrás del miedo nació el mar
con sus manos tomó de mis aletas
y de su dorsal creció la osadía
 tritón era, tritón es.
Vidas pasadas y liberadas
en bosques de algas pardas
con peces ocultos bajo el manto del coral
poza lejana, poza olvidada,
aquellos dientes agudos nos dejaron entrar,
y los depredadores perdidos a nuestra guía van, 
pero mamá y su voz impone el volver
y de la tierra hemos de ser.





Memorias de Jack 

A través de la ventana contempló el cielo, maravillado por aquella aurora boreal que dibujó la figura de una cebra y se desvaneció al instante, dejando un resplandor azul en el horizonte. Decidió tomar su bicicleta y los pensamientos giraron cómo trompos buscando negocio con el pasado. Recordó el aire frío y la ventisca que nunca paralizó sus enérgicas piernas, el cable de seguridad y su medición ajustada al arnés, el piolet grabado con el caracol de la deidad, las cuadras cubiertas con el candor de la nieve y la colección de monedas que cambió por el viaje en el territorio polar. Lo recordaba cómo si fuera ayer y el tiempo permaneciera inmóvil cómo la estatua del reino que solía visitar. Pero la caída en la vía de la montaña lo desalentó, y una joroba le apareció. Ahora tiene un trabajo de oficina y aún le duele.







Dosis diaria

Estaba nervioso, su angustia crecía con cada minuto que transcurría en aquella sala de espera. Recordó la llamada, la mujer al teléfono tenía una respiración densa, hablo lento y conciso.

-       El médico lo atenderá hoy.

Sin mayor detalle colgó. Desconcertado, inició una guerra en su mente imaginando padecimientos mortales y lamentando su vida sedentaria llena de excesos. Sin embargo, no se sentía enfermo, su cuerpo funcionaba, dormía ocho horas diarias, comía con ganas, y a veces hasta sonreía. No entendía el motivo de la llamada, y la incertidumbre le estaba ganando. Vació sus bolsillos hasta encontrar su goma de mascar elaborada con resinas orgánicas, tenía aspecto desagradable y consistencia pastosa, el sabor amargo le entumió la lengua y algo en su interior hizo clic, se sintió ligero y relajado, sin temor alguno. Notó que las letras de la sala de espera parecían difusas, escuchaba voces salidas de un trombón desafinado y sintió unas repentinas ganas de bailar. Se puso en pie, agito sus brazos tres veces y se detuvo. El médico le toco el hombro y lo invitó a pasar a su oficina. Aquel pasillo de paredes frías y luces brillantes parecía interminable, entró tambaleándose y agotado se dejó caer en la silla. El médico lo observo detenidamente, le hizo un par de preguntas, escribió en una hoja, suspiro profundamente y concluyó:

-       Entiéndelo Roberto, esos chicles no te ayudan a bajar de peso.






Odisea


Abrió sus ojos y la luna le deslumbró. Aquella luz iluminó los rincones más oscuros de la tierra. Observó su cuerpo impregnado de una sustancia viscosa, se arrastró con prisa hacia la superficie dejando un rastro de cascaras de huevo. Guiada por la luna continuó su camino sobre la playa. Cubrió su cuerpo con arena y se ocultó de hombres, coyotes y cangrejos. Llegó a la rompiente, pero las olas la alejaban cada vez más. Insistió. Agitó sus extremidades sin descanso alguno y logró entrar al agua. Nadó durante días, encontró refugio en los restos de una embarcación y flotó a merced de las corrientes, flotó durante meses. Y entonces llegó al festín, devoró pastos y algas marinas, nadó sin prisa entre cardúmenes de peces tropicales. Exploró a detalle cada roca, cada cueva, cada material artificial olvidado por el hombre. Subió a la superficie y respiró profundamente. Al día siguiente emprendió el camino de regreso. 












CASCABEL # 14

CASCABEL # 14
NUEVA EPOCA, MUESTRA DE LA LITERATURA QUE SE ESTA ARMANDO EN HERMOSILLO, TORREON, TIJUANA Y EN LA BAJA SUR.

POETICARTEL #4

POETICARTEL #4
ILUSTRACION DE JULIETA SANCHEZ HIDALGO, TEXTO DE FEDRA RODARTE HIRALES ---PROYECTO URBANO DE DIFUSION DE LAS LETRAS Y LA GRAFICA SUDCALIFORNIANNAS, EN COORDINACION CON EL ISC Y LA DIRECCION DE CULTURA MUNICPAL

"CIUDADES IMPOSIBLES" obra grafica de Omar Murillo

"CIUDADES IMPOSIBLES" obra grafica de Omar Murillo
--de la serie "ciudades imposibles"

--de la serie "ciudades imposibles"

de la serie "ciudades imposibles"