Luis Fernando Gómez Cota
Nació en la ciudad de México en 1967
Radica en el estado desde 1984
Estudio en la Preparatoria José Ma. Morelos donde participó de todos sus
talleres artísticos y muy en especial con el grupo de creación literaria
coordinado por Héctor Domínguez Rubalcaba.
Estudió en la UABCS la carrera de filosofía.
Es promotor cultural con especialidad en el fomento al hábito lector.
Ha trabajado en el periodismo cultural en lo que antes era la extra con el
suplemento cultural el Aleph.
En el municipio de la paz en la dirección de cultura, en el DIF
municipal y Colaboró en el ISC como
coordinador del programa de salas de lectura.
Actualmente se desempeña en la UABCS como encargado del programa de
movilidad estudiantil.
Mis ancestros
Bucaneros sin paga
Que detuvieron la mar para beber su propia sangre
crecida de estrujo
a quienes debo la malaria barba de antiguas sales nautas.
Aquellos por los que aún hoy pago sus pecados de errantes y nauseabundos hijos del misterio.
Algún día fueron caballeros. En algún momento llenaron de aromas sus alforjas para llevarlas a su amada, para llevarles el santo grial sin tocar jamás su vino.
Y yo aun sigo su pañuelo hacia la arena, un asiento del camión para ser su caballero, para contar estas historias llegando a casa, el mapa oculto de corsarios de pan y leche.
El potaje crepita embrujos en la llama, y la cerveza cae, como cadenas sobre sus caderas para arrojarme a sus estrellas… para arrojarme al pozo azul, a la deriva.
Fui poeta porque estuve herido
Porque la soledad me arrostró en el alma
Silicios permanentes de ponzoña
Luego cuando la miseria inundó esta cloaca
Este cementerio donde me encontraron
Huí de mi mismo
Para no dar la cara ante el espejo lleno de estrellas
En fin, fui poeta frente a los silencios
que anudaron mis pasos inseguros
hasta este manantial donde me abrevo
con la tibia leche de tus noches.
Hoy que callo
Es la vida la que canta sus navajas en mi pecho.
Perfecta y puntual
Hundir en tu piel
perfecta y puntual
la sed de mis manos
beber en luna llena
el sabor de tus cuentos
Respirar en tu espalda
colibríes desnudos.
Perfecta y puntual
clara y serena.
Otra pausa de la muerte
Me ahogo en las palabras
El fango me cubre
Y sigo caminando
Cada paso acecha el fin de las distancias
Los peces se acabaron
Las gallinas ya no ponen sus milagros
No hay abuelas tras los muros rezando sus tristezas
Otro paso
Otra pausa de la muerte.
luces que germinan
No te equivoques niña mía
los luceros de la noche
son palabras que pueden convertirse
en alfileres prendidos en el pecho
No te fíes del discurso
que evangeliza en infierno
los paseos por tus besos
Tienes sólo 15 años
sólo tienes rosas y jazmines
y la brisa en tu sonrisa será
hoy y siempre,
amparo de luces que germinan.
1 comentario:
chingón, mi Luis, me encanta leerte, como siempre.
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