Jorge Arce Gálvez
(Cd.
Constitución, B.C.S., 1974)
INGENIERO
INDUSTRIAL POR EL INSTITUTO TECNOLOGICO DE LA PAZ, ACTUALMENTE CURSANDO
MAESTRIA EN GESTION INTEGRADA EN LA UNIVERSIDAD INTERNACIOANL PANAMERICANA.
LECTOR APASIONADO (SOBRE TODO DE LA PROSA DE ELMER MENDOZA Y LA NOVELA
HISTORICA DE ARTURO PEREZ REVERTE), ESCRITOR CON TENDENCIA A LA POESÍA Y LA MINI FICCIÓN, MIEMBRO ACTIVO
DEL TALLER DE LA SERPIENTE. ACTUALMENTE ESTÁ EN PREPARACIÓN SU PRIMER LIBRO DE
POEMAS.
Multilateralismo
I
Mezcla de gritos en las plazas,
banderas, campanas y fuegos multicolores.
El patrioterismo hace su agosto.
La memoria sostenible nos condena
a repetir un futuro sin consuelo,
porque somos incapaces de marginar
el pasado espurio y nos estancamos
en el presente lleno de delirios.
II
Pléyade de falsos héroes
invaden los textos oficiales,
vitoreamos batallas gloriosas
que nos liberaron del yugo virreinal,
pero seguimos emancipados
al caudillo populista, a la sotana disoluta
o al poderoso caballero.
La sombra del extraño enemigo
con el que compartimos
esto que llamamos Patria.
III
Me envuelvo en el lábaro tricolor,
doy la espalda al balcón
mientras retumban
los “vivas”.
Al final, solo espero que la indignación
no sea arrollada por la indiferencia.
Canícula
Alineas
tu eje con vehemencia
para
absorber el brote de vida,
se
propagan longitudes cósmicas
que
dan paso a la plenitud.
Por
la línea media,
la
atmósfera es derrotada,
para
calcinar tu espectro,
ya
de por sí vacío.
Refulgencia
avasalladora que sofoca
mientras
lentamente,
horada
el cauce que me conduce
a
este día de perros.
EUTANASIA
Mi fe murió de inanición,
a pesar de la abundancia de
rezos,
cera y pabilo.
Me queda solo la esperanza,
pero no secomo alimentarla.
Tú ya no sufres, eres casi
otro mueble
del horrible hospital.
Un cuerpo que da vida a esa
consola
llena de luces y alarmas.
Sufre tu madre.
Quizá por que no podrá verte
de blanco rumbo al altar.
Tu padre en cambio casi
goza,
no tendrá que cuidar futuros
nietos.
Si yo te dijera cuanto
sufro,
nunca acabaría este poema.
Hoy le pregunté al doctor,
de nuevo
portí, esperanza.
Me dice que mañana son tus
exequias.
LUCIDEZ
Juguemos a atrapar
unicornios
para colgarlos del
retrovisor del auto,
a escondernos de los duendes
que mi madre tiene en el
jardín.
Juguemos a ser soldados sin
fusiles
y sin banderas blancas,
a viajar en naves espaciales
que vayan a ninguna parte.
Soñemos que fuimos alcohol
que se diluyó entre las
manos
y brindemos con la luz solar
que se filtra por la ventana
de mi habitación sucia y
acolchada.
Juguemos Madre, que vienes
por mí
y me rescatas de esos seres
de bata blanca.
Quirófano
Un frío acero abrió brecha
incisivo, preciso.
Mis ojos guiaban aquella
afilada hoja,
porque mis manos
sudorosas y trémulas jamás
podrían.
Así fuiste surgiendo, poco a
poco,
de entre aquel mar
amniótico,
cubierta con túnica
seborrea.
tus ojos lastimados por el
haz luminoso
pero con el llanto agudo,
limpio
anunciaste tu arribo.
En ese momento empecé a
sentir algo:
mi corazón en verdad latía.
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