Ángel
Eduardo Sánchez Gil
(México, D.F.,1954)
Estudió
la carrera de Médico Cirujano en la UNAM, especialista en Cirugía General y con
estudios en Angiología y Cirugía Vascular.
Residente
en La Paz, Baja California Sur desde 1985.
Autor
de artículos científicos de su especialidad. Actualmente retirado de la vida
institucional habiendo dedicado más de treinta años al ejercicio profesional en
IMSS e ISSSTE siendo colaborador en el Boletín de la Sociedad Médica del
ISSSTE, (SOCMEDIS).
En
el terreno de las letras, participante en diversos talleres de creación
literaria, de novela y ahora en el Taller de la Serpiente en UABCS.
Primer
lugar por cuatro años consecutivos de los juegos florales organizados por la
comunidad del Colegio La Paz de esta ciudad.
Birula
Gazella
emoción tubular verde
brillante
sueño palpable al inicio de
algún año del siglo pasado
cómplice instructora
voz de campanas agudas
de círculos suaves y giros engranados
elegante hasta en tu sombra
floral en primavera
rehilete tricolor en
septiembre.
Voladora del vértigo
infantil
en las pendientes locas
promesa del viaje confiado
por el camino largo
en la compra cotidiana de la
leche o las tortillas
gravedad en el descenso
pistones en las piernas
cuesta arriba tus motores.
Inquietud lubricada en la
línea de salida
para ganar o perder.
Experta en obstáculos
diversión creciente cuando
de charcos se trata.
Propiedad compartida
taller de responsabilidad,
constancia, equilibrio, alegría,
de cómo hacer amigos,
lección en cada caída.
Extensión del cuerpo niño
para ir más allá
para llevar la carga, la que
pesa y la que abraza
montado entre cadena y freno.
No creciste conmigo
¿Qué fue de ti?
Invadida por la herrumbre
pálida
con tus giros atorados
tu pedal inmóvil
entre soles y lluvias
te perdiste,
te perdí.
Calma
Retrato marino de
aparejos vagos
árboles de acero
desnudos de velas
de ramas y nidos
que al viento reclaman
traza matinal.
Muelles que nacieron
en bosques lejanos
alinean las naves
balsas sosegadas
remos y motores
que aguardan al hombre
para navegar.
Antes que sorba café
quietud de banderas
ramas apacibles
todo ha sido calma
por los siglos de los
siglos,
amén.
Chispas
marinas
Qué noche la de hoy
la de ayer,
tibia transparencia
imagen de sueño
espejismo material.
Brillos azules en el cielo
estrellas y luna casi llena
entre las nubes.
Al frente,
luces brillantes
puerto agitado.
Debajo del agua…
¡Chispas marinas!
fosforescencia viva
de cuerpos excitados
¿Cómo dijiste?
Noctilucas.
Haiku
Paceño
Ramas que silban
corto las más secas
huracán cerca.
Silencio
Lugar misterioso
hábitat de las palabras
negadas por el viento
nido de las mentiras y
guardián de la verdad.
Minuto solemne
dedicado a la memoria,
pausa de pentagrama
que paralizas acordes.
Mar
donde los gritos se ahogan
en la sala de espera
cuando algo no marcha bien.
Deseo
que en la soledad pensada
ardiendo sin culpa
beneficias reflexión.
Paradoja hablar de ti
te rasgas con la palabra
si la pronuncio por obvio,
si la escribo con el frote
de la pluma en el papel.
Reinas en el absoluto
donde las manos hablan,
los ojos escuchan,
y el cuerpo sin tonos
canta.
Un
sonido ocre
En el olvido constante
del encierro sensorial,
merodeando en el vacío
busco el siete de la escala
y del espectro de luz.
Sabio, virtuoso
oculto en lo diminuto
ondulado, protegido
el color del decibel.
Lo encuentro en mí,
en el cosmos,
en un mantra,
en un himno de liturgia,
en divina consonancia
color ocre como la tinta
que estos versos escribió.
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