NATURALEZA FANTÁSTICA EN LA OBRA DE ANDREA GAUME

SEMBLANZA

Nacida en La Paz B.C.S..

Pinto y dibujo desde hace más de 20 años.

Mi formación académica es en Finanzas, tengo una Maestría en

Innovación y desarrollo y trabajo desde algunos años en el

área de educación y sociedad civil. Soy directora de Ecology

Project AC y Presidenta de FANLAP (Fundación ayuda a niños

la Paz) organización sin fines de lucro que provee becas y otros

apoyos a jóvenes en situación vulnerable.

Desde mi trabajo busco ser agente de cambio en la

comunidad, mejorar la educación y las

oportunidades para los jóvenes y ser participe de la

construcción de comunidades más sustentables y

en armonía con la naturaleza.

Mi formación técnica inició en 1994 en el

Taller de Pintura de la Universidad Autónoma

de BCS y continuó en el Taller de Pintura del

Instituto Tecnológico de la Paz bajo la

dirección de la maestra Margarita Mendiola,

participe en los talleres por espacio de 4 años.

He tomado cursos de acuarela y grabado con

maestros como Daniel Amora y Ezra Katz.

He participado principalmente en exposiciones

colectivas con el taller de la UABCS y el Instituto

tecnológico de la Paz, Teatro de la Ciudad, tuve

mi primera exposición individual en Marzo de

2019 "Reverdecer" .

GANADORA DEL CONCURSO DE LIBRO

ÁLBUM ILUSTRADO 2019 DEL ISC (NOV.2019).

IX BIENAL SUDCALIFORNIANA DE ARTES

VISUALES (DIC.2019), PREMIO DE

ADQUISICIÓN

ENTREVISTA

Raúl Cota Álvarez- Antes de iniciar formalmente tu preparación plástica en talleres, ¿Cuándo comienza tu acercamiento a las artes visuales?

Andrea Gaume- Recuerdo haber admirado los cuadros desde muy pequeña,  tengo memorizados los cuadros que había en mi casa y en casa de mis abuelos y otros familiares, observaba las texturas y los colores, había uno de una mujer con un traje de terciopelo verde, las variaciones en la paleta de colores de los paisajes de segadores,  los crisantemos peludos de la casa de mi abuela, un paisaje mediterráneo con tonos azules y un sol amarillo y rojo en casa de mi tía,  amates, bodegones, unas calabazas anaranjadas con semillas, aún puedo recorrerlos en mi memoria. Desde siempre fui espectadora y admiré la pintura y eso me hacía tener ganas de pintar yo también. Pocas cosas me causan tanto placer como dibujar y pintar.

RCA- Tu obra es habitada frecuentemente por gamas de un mismo color, lo que la viste de una fuerza particular, sin embargo, el alto contraste de tus grabados es algo que lograste dominar con acabados excelentes ¿qué técnica sientes más cercana a ti?

AG- Definitivamente la pintura es más cercana a mí, el color por sí solo expresa, me encantan los matices y sí tengo obsesión con ciertos colores, sin embargo experimentar el grabado ha sido una agradable sorpresa es un medio poderoso y muy plural, tienes la opción de reproducir la misma pieza varias veces, está en el punto medio entre arte y oficio, también es un medio muy honesto el error se queda ahí, exige mejorar  y es todo un reto mental resolver una imagen con líneas y blancos , los monotipos me encantaron porque te dan esta oportunidad de expresión muy personal  y espontánea, irrepetible como la pintura.

RCA- Has participado en exposiciones colectivas, en comunidad con otros creadores ¿Cuál es tu opinión del desarrollo de las artes visuales en el estado?

AG- Somos uno de los estados más jóvenes de la República Mexicana, obviamente si nos comparo con la escena nacional diría que hay muy poco desarrollo, inclusive si nos comparamos con otros estados de la región como Sonora, Baja California y Sinaloa, se siente como si no nos hubiéramos desarrollado del todo,  sin embargo  el boom de las artes plásticas en B.C.S. vino con Carlos Olachea alrededor de los 70´s entonces me gusta pensar que es una escena relativamente joven aún, con pocas generaciones y que localmente se ha forjado o de forma autodidacta o en los talleres locales, hasta hace apenas unos años se tuvo una Licenciatura en artes visuales por ejemplo.  Creo que venimos de una etapa de gente muy capaz y genial formada fuera del  Estado en otras universidades y que han alcanzado un nivel de maestría en su trabajo pero también mucho talento joven muy preparado que regresó y está forjando su carrera localmente más todos los que están o estamos aprendiendo localmente.

Un punto importante para mí es también formar en la población el gusto por las artes visuales, educar al espectador y si no tenemos los espacios para conectar al público con los artistas no se logra esto, el desarrollo de las artes visuales no es sólo un asunto de que haya artistas sino también de que haya espectadores y sobretodo consumidores,  en el comprador se cierra el ciclo y así es que alguien puede dedicarse de lleno a su arte. Desafortunadamente muchas personas optan por colgar en sus muros cuadros decorativos de tienda departamental antes que una obra original y de autor.

No es un medio fácil para que florezcan artistas: tenemos que autofinanciar nuestras exposiciones, no hay patrocinadores, no hay o casi no hay galerías que comercialicen la obra, hay contados espacios para exponer  y  muy pocas personas asisten a exposiciones regularmente (si eliminamos de la cuenta a familiares y amigos, a los que se les agradece infinitamente siempre estar)… esto puede ser muy desmotivante.

RCA- El año pasado obtuviste el premio estatal de Libro Álbum Ilustrado para niños y el premio de adquisición en la IX Bienal Sudcaliforniana de Artes Visuales ¿Qué te dejan estos dos logros en el aprendizaje de tu oficio artístico?

AG- Soy una persona de metas y objetivos, quería participar en ambas y honestamente nunca había participado en ningún concurso ni de pintura y menos en uno de libro álbum (que implicaba además escribir con un cierto nivel de propiedad) pero tenía dos opciones: derrotarme antes de intentarlo o intentarlo y no quedarme con las ganas ni la duda, así que decidí lo segundo y con ello también me comprometí a entregar lo mejor de mí en el proceso.

Las fechas estaban muy cercanas, así que tuve que tener mucha disciplina, establecer tiempos para pintar, para escribir y por supuesto para que el resto de mi vida funcionara (tengo un empleo de tiempo completo y soy mamá de dos niñas),  hay varias lecciones que me llevo de esto: La primera es que yo no puedo darme el lujo de dudar de mí, eso se lo dejo a otros, la segunda: Si vas, vas con lo mejor que tengas, hay que exigirse y dar calidad, también pedí mucha retroalimentación en el proceso.  Y la tercera: todo es posible con constancia y disciplina, el fruto llegará de una forma u otra.

RCA- Tu trabajo comunitario es importante y ha dado frutos positivos ¿has pensado en trabajar arte público, como murales, en conjunto con artistas, niños y jóvenes, como medio de nutrimento social?

AG- Me encantan los murales al igual que el grabado tienen la capacidad de conectar con un público muy amplio y justamente de educar al espectador, de despertar la sensibilidad, de simplemente recrear la vista y sentir el placer de lo estético en el día a día, sin tener que trasladarte a un recinto especial… me parece fabuloso que los espacios públicos además de contar con infraestructura consideren murales y esculturas.

He colaborado en un par de murales desarrollados con las ideas de otros y me gustó la experiencia y me encanta trabajar con niños y jóvenes,  y citaré a Picasso: “Me tomó cuatro años pintar como Rafael, pero me llevó toda una vida aprender a dibujar como un niño” ellos son los verdaderos artistas, ahí está el arte en su forma más pura. Los artistas adultos somos niños que logramos sobrevivimos al sistema educativo y las embestidas de la realidad.

RCA- ¿Qué proyectos ocupan tu mesa de trabajo actualmente?

AG- Actualmente estoy trabajando un proyecto hermoso con la poeta Yaroslaby Bañuelos, se titula “Los Hilos de la Memoria”, es poesía, pintura y arte objeto basados en una serie de versos de su autoría en los que conversa con su madre y rememorando su infancia en el Oasis de los Comondú.

La poesía es un gran detonador de mis ganas de pintar y Yaroslaby y yo, como muchos sudcalifornianos venimos de padres y/o abuelos que vivieron en el campo, en las comunidades rurales, en ranchos, donde la vida se vivía a otro ritmo y se le daba un valor distinto a las cosas. Es un proyecto lleno de nostalgia y evocación, nunca había estado en los Comondú y no pude evitar hacer el viaje hasta allá, es increíble el poder del escritor: la última vez que ella visitó el Oasis era una adolescente, pero cuando yo llegué años después, el zumbido de los moscorrones seguía ahí dónde lo dejó,  los colibríes continuaban sumergiéndose en las dalias, el murmullo del oasis y lo demás ya no se los cuento para que vengan a verla... Estaba programada para exponerse en Mayo, con la situación actual seguramente será reprogramada.

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