Jorge Alejandro González Rubio Rivero, nació en La Paz BCS México, el 27 de agosto de 1999.
Leyó su primer libro de poesía a los 8 años y comenzó a escribir a los 10, y desde ese entonces se convirtió en una de sus aficiones.
Siempre ha sido su trama favorita los temas oscuros o siniestros enfocados en el amor o el odio.
Ha participado en diversos eventos culturales y en el taller literario “taller de la serpiente”
Tu sepulcro
En los rincones de mi oscuridad encontré tu reflejo
Me sonrió a través del cristal que contenía la esencia de tu memoria
Clara fue tu sonrisa como el brote de un arroyo
Tu mirada un trozo del cielo nocturno que tan celosamente guardaba para mí
Y tus manos un consuelo irreal.
Mientras contemplaba tu imagen oculta en aquel instrumento
Me convencí: eras la más bella de las ilusiones
Acudiendo una vez más para aliviar mis noches de angustia
Abriendo paso a la razón incierta en medio de la desesperación.
Escuché el sollozo de un ángel a lo lejos de mis horizontes
Pero el temor a los designios divinos me había abandonado hace tiempo
Tanto era el alcance de mi pasión por ti como para velar la razón;
Pues el susurro de la tentación interrumpió mi silencio
y yo no me atemoricé ante ello.
Una vez más me he hallado al borde de la desolación
entre la delgada línea que separa la obsesión del recuerdo
y la caricia inocente de un amor ingenuo
del ansía contenida en un beso lleno de posesión.
Las horas pasan como una hoz que se cierne sobre mi cabeza
dejándome guiar por el sonido de una brisa helada que no había sentido antes
llevó mis pasos hacia las laderas tocadas por el Invierno
me dejó caer en medio de la nada desdeñosa
observando con adoración tu sepulcro.
Nada
El mundo está en llamas, mi corazón está roto, y tu estas tan lejos.
Lo que fui no importa, tampoco lo que soy o lo que seré, no importa si estas cerca, pero tan lejos, si es de noche o de día, si hace viento o está lloviendo, iría hasta ti si tan solo fueras carne y hueso, o existieras de nuevo en este mundo material, ¿porque es que te necesito tanto?
estés donde estés, espero que puedas escuchar lo que digo, aunque existas solo para mí, aunque ahora seas parte de cielo.
El motivo por el que escribo de nuevo para ti después de tantos millones de horas es porque no quiero perderte en el tiempo como a un suspiro en el viento, quiero contarte y explicarte varias cosas, como que me han fracturado tantas veces, de mil maneras, pero... Nadie como tú, que te fuiste sin decir adiós, sin dar tu último suspiro cerca de mi como lo prometiste, y desapareciste 5 meses para siempre, dándome motivos para desear olvidarte, por los cuales derramar sangre y lágrimas, envolviéndome en la oscuridad, en tu ausencia, en mi soledad.
Buscando tu rostro en facciones inhumanas, y tu voz bajo mi almohada, almacenando mis desgarradores llantos en cada rincón vacío, pintando las paredes con blasfemias, herrando el presente desperdiciando tinta, dejando de lado la alegría, desgastándome en un silencio que aturde, esperando, sanando, olvidando.
Los días pasan y pasan, lentamente, la noche sigue presente, me evaporo en la ausencia, rozando tus manos, olvidando el olvido, tratando de sacarte de mi mente con la inercia con la que llegaste, te fuiste, como una navaja pasando sobre mi piel, como un incendio forestal, soy ceniza tu eres chispa, soy polvo, tu eres viento, eres la causa de mi insomnio sollozante, sonrisa fósil, gárgola tiempo tras tiempo, me erosiono tras ser vapor, siendo suelo infértil, siendo nada, en comparación.
El calor
Antes de entrar en mí una gota de agua,
ya se va evaporando,
mis poros ya no sudan,
sangran,
me distrae de ti este calor tan doloroso,
que me sacó sarpullido hasta en la lengua,
que secó mi cuerpo más que el Sahara,
estoy tan acalorado y estresado,
que me estoy mutilando lentamente,
mi piel de papiro se convirtió en un lúgubre paisaje,
como añoro esas noches,
la hipotermia,
quedar rígido,
como añoro dormir tranquilo,
sin miedo de que al despertar ya esté en el infierno.
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