viernes, 11 de mayo de 2018

Mamá llama hoy mi nombre con una lengua seca. Poemas de Arturo Hernández Villalba





Iván Arturo Hernández Villalba nace el tres de septiembre de 1994 en la ciudad de La Paz, B.C.S. Ha publicado en revistas de circulación local como Revista Cascabel. Ha sido becario del programa Interfaz del ISSSTE en 2016. Aparece publicado en la antología “Transpeninsulares: poetas de Baja California nacidos en los 90’s” de la revista electrónica Circulo de poesía. En la antología “Semilla en la voz; nueva cartografía poética de Baja California sur”. En el 2017 recibió el primer premio de poesía joven “Letras Nuevas” de la editorial Cuadernos de la serpiente y el premio literario regional “Ciudad de La Paz” en la categoría de poesía. Este año le fue otorgado el Juegos Florales Leopoldo Ramos Cota de las fiestas de fundación de La Paz. Actualmente dirige Paquidermo editorial.




Mamá llama hoy mi nombre con una lengua seca

I        [        Mamá es una flor gris que crece en medio de todos los colores. Mamá aprendió primero a decir adiós que ha decir mamá. Mamá sigue creyendo en el helado sabor nube. Mamá guardó un poco de felpa dentro de su corazón para hacerle frente a las cosas que hieren lentamente desde la palabra vida. Mamá dibuja con sus ojos mis tormentas. Mamá trapea del suelo nuestros sueños inclusos y arma atardeceres sobre las ventanas rotas. Mamá sabe el nombre de los monstruos que habitan debajo de mi cama. Mamá conoce todas las estaciones de radio en las que se menciona su nombre como sinónimo de la tristeza. Mamá sabe qué semáforos corren más aprisa hacía la soledad y qué personas conducen descorazonados automóviles. Mamá aguarda las piezas últimas del rompecabezas que es la vida entre sus tristes manos. ]


Mamá; ave estática de aire olvidadizo,
fuerte raíz partida por un amor estroboscópico,
descalzado pecho de secos sembradíos,
bocatumba andante rebozada de secretos.

Mamá es una niña que siempre está pendiente del
silencio,
de esas manos transparentes, tergiversadas,
que tocan las fibras que la sangre no alcanza
 colorear.
Caminos y cardúmenes extraviados
en el torrente sanguinolento de las palabras.
Mamá sabe que es mamá porque el olvido
se lo recuerda rompiéndole el silencio.



II                         Mamá se hubiera ahorrado muchos problemas si hubiese tenido los ojos que ahora tiene.

[        Esos ojos llenos de cariño por las calles que un día le llenaron de infancia los paseos con sus padres. Por esas calles que no cambiaron de nombre ante su mirada ni se fracturaron de tanto olvido. Que permanecieron intactas ante el tráfico, la lluvia, el paso de los transeúntes y los demás conceptos que hacen referencia a la erosión. Por los monumentos que se mantuvieron en pie todos los años que mamá huyó de esta ciudad, y que sostuvieron a las aves que se les negó un lugar en la memoria. Por los parques que callaron sus escapadas con los muchachos y guardaron junto con las hojas marchitas sus murmullos; besos que a escondidas le daba a sus amantes.       ]
.
Ojos que hoy miran con amor el eje central y el periférico
y todo aquello que se cruza con las vías de la línea rosa del metro
y los automóviles ciegos que deambulan sin un destino fijo,
ojos que se levantan hasta el horizonte y se sienten alegres,
ojos que ya no son hojas marchitas sino frutos,
ojos que ante el regreso se volvieron nostalgia.

Algunos dicen que mamá ha tenido un ojo para  tristes cosas,
un tino estupendo para las desgracias.
Antiséptica es la mirada de mamá,
incolora, casi aguardiente.
Siempre cerca del intacto filo de los lagrimales
que detienen su función y afrenta
en el momento exacto. 

Los ojos niños de mamá no atrapaban la luz de esta ciudad, la dejaban ir por el rabillo, ahí donde empieza la sombra, y atestiguaban solamente el caótico silencio.
[        La dejaban lejos de los columpios, las resbaladillas,
del stop, los colores y los demás juegos
que desembocan a veces en rodillas herida,
la luz se mantenía remota de los juegos.
Los ojos de mamá son bienes
que no remedian los males.          ]
Mamá
se hubiera inclinado
por la felicidad
si sus ojos
no hubieran servido
sólo
para
el llanto.



III     [        El silencio de mamá es un canto de cuna
que retumba por todas las heridas de esta casa.
El silencio de mamá es la casa toda
y todas sus habitaciones
y todos sus cabellos negros que se extienden
hasta la misma noche.
El silencio de mamá es una cruz
que carga la soledad sobre su espalda marginada.
El silencio de mamá es un murmullo
que se gesta en las manos de la incertidumbre
como un nuevo lenguaje.
El silencio de mamá es una antorcha tan grande
que el fuego mismo
teme.
El silencio de mamá es una boca que castra la palabra sed.  ]


Bocatumba, hilo frágil, sutura alterna,
enclaustrada serpiente imaginaria
que draga lumbre, luz y  palabra
de la inocente y tibia piel del viento.
Bocatumba paradoja,
contradicción correcta.


No hay comentarios:

CASCABEL # 14

CASCABEL # 14
NUEVA EPOCA, MUESTRA DE LA LITERATURA QUE SE ESTA ARMANDO EN HERMOSILLO, TORREON, TIJUANA Y EN LA BAJA SUR.

POETICARTEL #4

POETICARTEL #4
ILUSTRACION DE JULIETA SANCHEZ HIDALGO, TEXTO DE FEDRA RODARTE HIRALES ---PROYECTO URBANO DE DIFUSION DE LAS LETRAS Y LA GRAFICA SUDCALIFORNIANNAS, EN COORDINACION CON EL ISC Y LA DIRECCION DE CULTURA MUNICPAL

"CIUDADES IMPOSIBLES" obra grafica de Omar Murillo

"CIUDADES IMPOSIBLES" obra grafica de Omar Murillo
--de la serie "ciudades imposibles"

--de la serie "ciudades imposibles"

de la serie "ciudades imposibles"